La diabetes y la obesidad, tienen que abordarse de forma intersectorial.
El doctor Diego Bernardini, médico de familia con más de 15 años de trayectoria se ha desempeñado como consultor de la Organización Mundial de la Salud, (OMS) en Ginebra y de la Organización Panamericana de la Salud, (OPS) en Washington DC entre otras, cuenta con una especialización en gerontología, rehabilitación y educación médica. Recientemente lideró el Seminario Internacional Intensivo de Diabetes y Obesidad, llevado a cabo en la Universidad Autónoma de Querétaro. En entrevista a Medcenter habló acerca de la ética médica y los aspectos más apremiantes en cuestión de atención sanitaria en América Latina.
Medcenter, (MC). De acuerdo a su experiencia desempeñando cargos públicos como asesor en dos de las principales organizaciones de salud, ¿Cuál es su opinión con respecto a las medidas de control que se han adoptado en México, el cual ocupa hoy el primer lugar en obesidad infantil y el segundo en adultos?
Dr. Diego Bernardini, (DDB). El tema de la salud pública empezó a ocupar un papel protagónico en la agenda de la política pública desde hace aproximadamente una década cuando se lo vincula a la dimensión del desarrollo, En ese momento se decidió iniciar un proceso de cobertura universal, particularmente en México, y luego extendido a otros países de la Región. Este suceso nos habla de una preocupación del estado de cara a la salud como derecho y como recurso de inclusión social y equidad.
Entre estas medidas se puede mencionar la restricción o regulación de la venta de productos nocivos para la salud de los niños, el etiquetado de los componentes en cada producto consumible, o lo que hoy es el impuesto a ciertos productos en una campaña a nivel nacional que apunta prevenir el sobrepeso, la obesidad y la diabetes. Con respecto a la implementación, es decir cómo es que las políticas públicas instrumentan las acciones, siempre son perfectibles pero es necesario reconocer que es un gran mérito tomar la iniciativa para tener un papel activo en los problemas de salud.
El testimonio de que las acciones funcionan no siempre es inmediato, por ejemplo luego de más de un año, casi dos, en que México impone gravamen a los productores de bebidas gaseosas, estas empresas trasnacionales finalmente aceptan que el consumo de sus productos ha registrado un decremento importante. Este es ejemplo de que manera efectiva de que ciertos estilos de vida puedan desarraigarse en el corto plazo, es cuando afectan la economía del consumidor.
MC. ¿Qué aspectos considera que deben ser atendidos con urgencia en países que presentan una pandemia de diabetes y obesidad, como es el caso de México?
DDB. Las enfermedades multifactoriales como la diabetes y la obesidad, tiene que abordarse de forma intersectorial, es decir tanto dentro como fuera de la óptica de la salud. Cada país, debido a las tasas de crecimiento de determinadas enfermedades son llamadas a alinearse con las recomendaciones propuestas por organismos internacionales, en este caso la Organización Mundial de la Salud, (OMS), además, simultáneamente, es obvio que también tienen que emprenderse medidas en un sentido más doméstico, es decir, políticas públicas regionales y/o locales, que puedan ayudar a resolver o atender en el corto, mediano o largo plazo, dichos problemas, según sea la gravedad de los asuntos de salud más urgentes. Hacer realidad el dicho “pensar global, actuar local”.
Otra arista importante es la de la formación de los recursos humanos. La sinergia entre Secretaria de Educación y Secretaria de Salud es fundamental. El principio rector debería ser “formar recursos aptos para responder a la demanda actual y de mediano plazo de la sociedad”.
En un capítulo aparte merecen tratarse los temas que se refieren a qué tipo de obstáculos se presentan en el camino de un profesional de salud ya formado que requiere ejercer adecuadamente y no puede hacerlo o que debe adaptarse a las nuevas demandas del mercado.
En México, mi percepción es que no se le ha prestado la atención suficiente a que los chicos, los adultos y los adultos jóvenes que hoy presentan sobrepeso, obesidad en relación a la perspectiva que se les presentara durante su curso de vida. Hoy la carga de morbilidad que tienen las cohortes de jóvenes y adultos jóvenes de México no tiene antecedentes en la historia del país. Ellos hoy y de seguir la tendencia seguramente serán adultos con mayor carga de enfermedad y por lo tanto y muy probablemente, tendrán una menor expectativa de vida comparados con sus padres o sus abuelos.
MC. En su experiencia como asesor de la Organización Mundial de la Salud, (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ¿Cuáles son los factores que ocupan la mayor atención de la Salud en Latinoamérica?
DDB. Hoy en América Latina, de acuerdo a datos oficiales que se manejan, es que entre 7 y 8 de cada 10 personas se enferman y mueren de enfermedades no transmisibles, y claramente el fenómeno que está pasando en México, ocurre a nivel global. En México, como en Latinoamérica, influye un factor social muy importante que es la desigualdad. América Latina sigue siendo la región del mundo con mayor desigualdad.
Si bien hay una tendencia en la población de enfermedades vinculada a trastornos no transmisibles, es esa desigualdad la que permite encontrar que hay bolsones o grupos en condición de vulnerabilidad como mujeres de diferentes edades, personas en ámbito rural, minorías étnicas, migrantes no documentados, es decir, existen minorías que hoy tienen una condición de gran vulnerabilidad y que enferman y mueren por enfermedades que eran características de mortandad 100 años atrás.
Lo que sí es claro es que en la mayor parte de Latinoamérica (y gran parte del mundo), el sistema sanitario aún está orientado a la atención de cuidados agudos, en su gran mayoría desde los hospitales, en la alta complejidad y por tanto en altos costos. Se sabe que los países que tienen un mejor desempeño en prestación de salud, son los países que están basados en sistemas de atención primaria, son sistemas inclusivos, basados en la prevención, y en algunos casos en sistemas de co-pago, es decir con algún grado de co-responsabilidad para el paciente y que generalmente trabajan más sobre la promoción de la salud sin esperar que el paciente llegué al hospital.
MC. ¿Cuáles considera que son las áreas de oportunidad que deben atenderse con mayor urgencia en la atención médica integral de la obesidad y la diabetes?
DDB. Los profesionales de la salud debemos entender que debe de haber un compromiso de atención no a las enfermedades de manera aislada, sino al paciente con todas sus complejidades. El paciente como una persona, como un todo.
Desafortunadamente aún hay pacientes que debido a una falta de cercanía y de empatía con su médico, reciben atención despersonalizada, una atención descomprometida; se pierden del radar de los cuidados y de la atención y no los volvemos a ver.
Tal pareciera que cada vez tocamos y escuchamos menos a los pacientes, los cambios sociales y la gran demanda nos hace atenderlos cada vez de manera más impersonal. Los médicos de antaño que atendían a sus pacientes en casa, se podían percatar en qué ambiente se desenvolvían, cuál era la relación con los integrantes de la familia, qué comida había en la nevera y darse cuenta cómo se alimentaban, etcétera.
De ahí la importancia de tratar temas de adherencia, apego al tratamiento y un trato comprometido e integral, desde la etapa de formación de los profesionales de la salud, que son habilidades que en la práctica pueden ayudar a negociar, a comunicar, a facilitarnos la tarea de tomar una decisión compartida, a explicarle de la forma más humana al paciente, que hay riesgos y que también hay beneficios.
La salud es una responsabilidad de todos. Del estado, de los pacientes, de los profesionales de la salud y cada uno debe asumir las responsabilidades desde su propio lugar, lo cual a vista de los hechos no parece algo simple.
Fuente: Medcenter Expert ViewPoint