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El futuro llegó

Cuando Pascal Lamy vino a Washington a presentar el informe de la Oxford Martin Comissión “Now for the long term” con sede en la prestigiosa universidad inglesa, en su primer grafico expuso de una manera sinérgica cómo las mega-tendencias del mundo – en la actualidad y el corto plazo – incidirán una por sobre la otra. De esta manera los efectos se potenciarán de una forma que por sí solas harían que su impacto fuera más tenue que de manera conjunta. La sensación que quedó flotando en el aire de la Brooking Institución fue la de un desafío muy complejo por delante: consensuar desarrollo y bienestar. Las mega-tendencias a las que se refería Lamy, ex Director General de la Organización Mundial del Comercio, son la migración, la sustentabilidad entendida bajo el efecto del cambio climático, la demografía, la tecnología, la geopolítica y la salud. En medio de todas ellas: la sociedad.

El 30 de marzo pasado, también en Reino Unido, se presentó la Alianza para la Salud y el Cambio Climático, un esfuerzo que busca que el sistema de salud pública de ese país este consciente y mejor preparado para las consecuencias que en la salud que tendrán las amenazas derivadas del clima, como tormentas o inundaciones. Dos iniciativas pensadas para el futuro en un mismo país.

Para saber de estos nuevos mecanismos de abogacía, incidencia y acción hace falta conocer del tema y estar abierto a lo que ocurre en el mundo. No mucho más. Para gestionar se requiere conocimiento, compromiso social y predisposición a la acción. Lo ideal es que el gestor de política pública disponga de ambas destrezas y habilidades. No siempre ocurre. Los casos en que si parecerían ser los menos a vista de la realidad, al menos en salud.

Esta semana leíamos como una pareja de actores a través de los medios alertaba que en la zona de Chacarita, en la ciudad de Buenos Aires, había siete casos de dengue incluido ellos mismos. Mencionaban sobre la falta de medidas preventivas en un área “sensible” como el cementerio, donde abundan recipientes con agua que sirven de abrevadero al mosquito. El diario El País publicaba el 7 de abril, según datos extraoficiales más de 600 casos en una villa de emergencia. Una vez más “datos extraoficiales”. Una vez más carencia de comunicación oficial. Semanas atrás desde el Ministerio de Salud anunciaron “lo peor llegará en abril”. El futuro llegó. Es abril y las máximas superan los 20 grados en Buenos Aires. No hablemos del litoral donde hace días estaban con más de 30 grados centígrados.

Argentina es un país urbano, donde aún se nota la migración del campo a la ciudad en busca de oportunidades. Casi 9 de cada 10 habitantes vive en ciudades. Es un país con una gran cuenca hidrográfica sujeta a crecidas como la que azota nuestro litoral desde finales del año pasado. Un país donde hace décadas no se hace educación y promoción de la salud y por tanto, donde el mosquito encuentra un gran hábitat para su desarrollo. El dengue es un fenómeno urbano, no olvidemos. Urbanización y migración, cambio climático, salud y sociedad. Varias de las mega-tendencias del informe de Oxford, que no fue el primero en mencionarlas pero que así y todo aun parece que muchos tomadores de decisión de nuestro país aún no han escuchado. Mientras tanto el dengue volvió como epidemia, como en 2009, de la que parece que poco se aprendió. 

 Publicado en Bastion Digital, 12 de Abril, 2016 – http://ar.bastiondigital.com/notas/el-futuro-llego